Las almohadillas de las patas de los perros cumplen dos funciones fundamentales para su salud. En primer lugar, funcionan como una capa de protección extra para sus patas al contacto con la superficie del suelo y de todo aquello que se encuentre esparcido en él, similar a la función de los zapatos para las personas. Sin embargo, estas pueden lastimarse y cortarse igualmente por objetos cortantes y puntiagudos como vidrios rotos.
Por otra parte, las almohadillas son el área corporal donde los perros (y otros animales también) poseen sus glándulas sudoríparas, ya que a diferencia de los humanos estos no las tienen en el resto de su piel. Por lo tanto, la buena salud y cuidado de sus almohadillas permite que los perros regulen su temperatura corporal a través de la sudoración que tiene lugar en ellas, pero el asfalto puede ser uno de sus peores enemigos, especialmente durante el verano.
¿Por qué es peligroso el asfalto en verano para las almohadillas de los perros?
El asfalto es una mezcla de brea que se utiliza para pavimentar las calles, entre otros muchos usos, y se trata de un material que absorbe una enorme cantidad de energía en forma de calor, especialmente la emitida por los rayos del sol. Esta cualidad permite que el asfalto se caliente enormemente, superando incluso su temperatura a la que hay en el ambiente. Por ejemplo, en un día donde la temperatura ambiental es de aproximadamente 43ºC. el asfalto puede llegar a alcanzar los 63ºC.
Ahora imagina que este calor abrasador entra en contacto constante con las almohadillas de tu perro, lo lógico es que estas terminen dañadas por ello, llegando a producir quemaduras, grietas e inflamación en ellas. Sin embargo, no debes asustarte y no sacarlo nunca más del interior de tu casa, ya que existen formas de evitar que tu perro se queme sus almohadillas al salir.
¿Cómo evitar que mi perro se queme sus almohadillas al salir?
Para evitarlo, puedes implementar una serie de prevenciones y cuidados que harán que él disfrute mucho más de su paseo:
Salir en horas donde baje la temperatura
Lo primero que debes cuidar es la hora en la que vas a sacarlo a pasear, no solo por sus almohadillas sino para evitar un posible golpe de calor. Los mejores horarios para salir son antes del mediodía y después de las 7 de la tarde, ya que, aunque la temperatura comienza a bajar unas horas antes, el asfalto tarda más en reducir su temperatura que el ambiente.
La regla de los 5 segundos
La regla de los 5 segundos es una técnica sencilla pero muy clarificadora para saber si es conveniente o no que tu perro pise el asfalto. Consiste únicamente en que apoyes la mano durante 5 segundos sobre el asfalto y, si te cuesta mantenerla debido a lo caliente que este se encuentra, entonces lo mejor es esperar para sacar a pasear a tu perro.
Claramente, para realizar esta prueba, debes apoyar la mano en una zona donde no haya sombra ni nada que refresque el asfalto, ya que la idea es prevenir la máxima temperatura posible a la que puedes llegar a exponer las almohadillas de tu perro.
Planificar el sendero
El asfalto no es la única superficie que tu perro puede encontrarse al pasear. Por ello, una de las mejores formas de prevenir el daño del verano sobre sus almohadillas es planificar el sendero por el cual llevarás a tu perro, buscando que la mayor parte de este sea a través de tierra y pasto.
Sin embargo, asegúrate que el pasto sea real y no sintético ya que este también absorbe altas temperaturas, y cuida que no haya objetos que puedan dañar sus almohadillas al pisarlos (como vidrios, clavos y otros similares).
Llevar agua para hidratar sus patas
Otra forma de disminuir la temperatura de las almohadillas de las patas de tu canino es utilizando agua. Durante el paseo procura mojar con agua fresca cada cierto tiempo sus patas, pero asegúrate a su vez que al volver a casa se las seques muy bien ya que si quedan húmedas podrían desarrollar hongos, especialmente entre sus dedos.
Cremas para almohadillas
Otro producto que te permitirá proteger aún más sus almohadillas son las cremas diseñadas especialmente para estas, que deberás aplicar después del paseo, cuando regreséis a casa. Para ello, primero debes limpiar muy bien sus patas y seguir las instrucciones que te indique el producto, y asegúrate de que la crema que elegiste sea especialmente para sus almohadillas, ya que otras cremas (como las que usamos los humanos) pueden dañar la piel de estas.
Protege la salud de las almohadillas de tu perro con nuestros veterinarios de SOMO
Si percibes que tu perro tiene una herida, corte, grieta o hinchazón en sus almohadillas acércate a nuestra Clínica Veterinaria SOMO en Cantabria, para que controlemos que el daño no sea grave y prevengamos una posible infección u otro problema.