Las vacaciones son un momento que nos permiten descansar, relajar la mente y disfrutar del tiempo lo máximo posible, y parte de ese disfrute lo realizamos compartiendo tiempo y actividades agradables con familia, amigos y (obviamente) con nuestros perros. Sin embargo, volver a la rutina diaria, en la que la mayor parte de nuestro día a día está ocupado con otras tareas, es un proceso que suele estresarnos y requiere tiempo para que volvamos a adaptarnos.
Para comprender el estrés postvacacional de tu perro, piensa en el tiempo y estrés que le supone a tu mente volver a activar el chip modo “vida rutinaria”, incluso sabiendo con anticipación que ese día y momento llegará y conozcas los motivos por lo que debes hacerlo. ¿Ya te mentalizaste? Bien, ahora aplica ese mismo estrés a tu canino, y piensa que además él no comprende la necesidad de ese cambio ni tenía previsto que sucediera, sino que fue completamente repentino para él.
De un día para otro dejas de compartir tiempo, paseos y juegos con él. Incluso muchas veces, al volver a la vida diaria, es necesario que tu perro se quede solo en casa mientras tu trabajas. Ese cambio brusco en la rutina, sin comprenderla ni preverla, y sumado a la soledad hace que los perros puedan sufrir un estrés postvacacional, incluso más grave que el de los humanos, llegando muchos a deprimirse gravemente, presentando síntomas como los que te enumeraremos a continuación:
Falta de apetito y apatía
Uno de los síntomas clásicos del estrés es la falta de apetito. Ya sea por depresión y angustia, o por rebeldía, siendo posible que tu perro no quiera ingerir la cantidad de comida que necesita. Esto puede venir acompañado de decaimiento y falta de reacción (o falta de ganas de realizar actividad física) debido al desgano del cambio brusco a una rutina en la que ya no puede jugar ni pasear tanto.
Pérdida de hábitos higiénicos
Es muy común que un perro que sufre cambios repentinos (y especialmente desagradables) se rebele comenzando a orinar y defecar por diferentes sitios de la casa, aun cuando antes estaba acostumbrado a hacerlo en la calle o el patio. Esto puede entenderse como una señal de desagrado ante la situación, pero también es posible que haya perdido los hábitos de rutina y horarios durante las vacaciones. La solución consiste en no regañarlo por su acción, sino intentar recuperar la rutina de paseos y alentarlo a que realice sus necesidades allí.
Hiperactividad
No todos los síntomas son indicios de depresión. Otra de las señales más comunes es la hiperactividad, que puede producirse en el momento en que te ausentes de la casa, especialmente por largos períodos de tiempo (como al ir a trabajar). Es posible que al regresar encuentres un desastre en tu hogar, pero no es recomendable regañarle. Al igual que en el punto anterior, lo mejor es que poco a poco retomes tu rutina y lo vayas dejando solo cada vez más horas hasta haber alcanzado el tiempo de ausencia que tendrías en tu vida normal.
Pérdida de pelo y rigidez muscular
Estos dos síntomas físicos no son exclusivos del estrés, sino que pueden indicar muchísimas dolencias y enfermedades. Sin embargo, también son característicos de un estado de estrés crónico, en el que tu perro se siente extremadamente alterado debido al malestar que siente por el cambio de rutina.
Reacciones desmedidas y violentas
Finalmente, otro síntoma posible del estrés y la depresión es una reacción desmedida e incluso agresiva a diferentes estímulos. Esto puede incluir desde ruidos o presencia de otros animales hasta incluso al intentar acariciarlo. Si tu perro se comporta reacio contigo nunca debes responder de forma violenta ni agresiva con él, ya que podrías agravar su mal carácter y empeorar la situación.
¿Cómo evitar que tu perro sufra estrés postvacacional?
La forma más adecuada de evitar que tu perro sufra estrés postvacacional es mantener una rutina similar a la que tendrías en tu vida diaria durante el período de vacaciones. Esto no quiere decir que debas hacer todo exactamente como en tu día a día, sino que particularmente respetes los paseos de tu perro, su duración, y el tiempo que compartes con él como si se tratara de un día más.
Visita Clínica Veterinaria SOMO para comprobar la salud de tu perro
Antes de asumir que la causa del malestar de tu perro es el estrés postvacacional es necesario realizarle un chequeo completo. Para descartar cualquier dolencia, os invitamos a venir a Clínica Veterinaria SOMO en Cantabria, así podrás saber con certeza que su estado se debe a causas psicológicas y consultar a nuestros especialistas sobre cómo proceder para mejorar la salud mental de tu canino.