Quíque Gómez

Bruno

Durante su paso por el Hospital de la Universidad de Extremadura, se cruzó en su
camino un cachorro de bulldog inglés con una malformación congénita que le impedía
vivir con normalidad y Quique decidió adoptarlo. De eso hace ya 6 años y aquella dulce
bola de pelo marrón y blanca se ha convertido en un pequeño “monstruo” muy
brutote, pero lleno de amor y dulzura.